domingo, 11 de abril de 2010

espacio

hoy no es domingo

sábado, 10 de abril de 2010

2010


Dicen que no sirvió de nada. Y es fácil que uno se contagie y lo repita, para nada para nada para nada rapa dana rana pada ada ada.

¿Y quién lo sabe?

Quizá el enojo de nuestro presente nos hace sentir el peso de la impotencia. Como si la historia fuera una novela sin final feliz, como si nosotros fuéramos ajenos a lo que es nuestra vida. Y desde el presente renegamos de aquellos que algo hicieron.

Son pequeñas cosas que me parecen no lejanas sino inalcanzables, allá están, digo, en algunas memorias, en libros.



¿dónde podemos escondernos de nosotros?, ¿dónde guardar la cobardía que nos ha definido?

El pasado, las batallas, la rabia, las victorias, las traiciones que han marcado nuestra historia.

domingo, 4 de abril de 2010

no estás

Te busco aquí donde desapareciste.
Donde dejaste tu voz colgada de las paredes.
Te busco. Ayer vi como tu olor formaba la imagen de tu cuerpo.
No estás.

Lo que hay es una mujer que busca.
Que se imagina al niño que fuiste y te escucha cantar.
Encuentro una voz que piensa que es tuya, sólo porque la imaginaste.
No existes.

Aquí lo único que vive es tu ausencia.

Creo que te forme de lo imposible
lo que fui recogiendo de mí misma
pensé que con nombrarte existirías.

Te vas desvaneciendo en mí y por eso
matas los ojos que te imaginaron.
Dueles, perdido como dejas tus raíces. Y solo.

Te vas quedando solo donde nunca viviste.

Días coloreados


Un día encontré la libreta llena de hojas blancas ( para alguien que otorgó hace años no sólo la mentada libreta sino todo el paquete de colores que tenía, la idea del vacío apareció naturalmente). Si acaso un día me animaba a escribir todas las palabras que quería sacar taponarían la salida sin permitir que alguna de ellas se escapara.

Aparte tenía en la mano una goma, atenta y eficaz, preparada para borrar cualquier cosa que apareciera manchando la infinita blancura de las hojas.

Pero hoy los colores son otros, se consiguen casi por accidente. Lo rojo empapa las noches o el medio día; es lindo cuando ellos se combinan y los recuerdos regresan.

Entonces los días me llevan a la cocina, al suéter de lana que calentaba el deseo, a la incredulidad de la pintura y a la añoranza de las consignas.

La libreta se ha ido llenando, es verdad que hay espacios blancos pero hasta esos son la pintura de lo que no se observa.

Ahora incluso perdí la goma, no sé, tal vez me la acabe, tal vez la presté. Estoy segura que ahora sería inútil ya no quiero borrar, quiero sentir la vida.