jueves, 29 de enero de 2009

prueba

Ando desempolvando las letras, tratando de rehacer las curvas que las conforman, tratando también de sacudirme el miedo a ser leída. Hace tiempo escribí: dejar que te lean es desnudarte ante la imposibilidad de ver a quién te observa, y sigo pensando algo similar, pero escribir es también recuperar la palabra y de algún modo reconocerse en los otros.

Tan presente estoy en mí que siento todo de nuevo y nuevo vuelve a ser todo lo que siento escucho y veo.

Sobre el nombre del blog...

Hace tiempo leí el poema
Olas grises de Leopoldo Lugones. No lo olvido, cada vez que lo pienso me produce esa sensación de vértigo dulce, de pensamiento de muerte, tristeza, calma, día frío, amigos que una tuvo y que no están más, en fin, Efraín Huerta describe lo que siento en uno de sus poemínimos: Sufro bonitamente, líbreme Dios de los malos sufrimientos.

Para seguir sufriendo así les comparto el poema...



OLAS GRISES



Llueve en el mar con un murmullo lento.


La brisa gime tanto, que da pena.

El día es largo y triste. El elemento

duerme el sueño pesado de la arena.



Llueve. La lluvia lánguida trasciende


su olor de flor helada y desabrida.

El día es largo y triste. Uno comprende

que la muerte es así..., que así es la vida.



Sigue lloviendo. El día es triste y largo.


En el remoto gris se abisma el ser.

Llueve... Y uno quisiera, sin embargo,

que no acabara nunca de llover.