domingo, 15 de agosto de 2010

Silencio interrumpido por una letra (o dos).
Las vidas se van interrumpiendo e intercalando, la mía por ejemplo, se encuentra intercalada entre las despedidas y los nacimientos.
Tanta gente ha llegado hasta el origen que los ojos se les secan para mirar adelante, no hay prisa, cuando se tenga que regresar los caminos serán otros, quizá más cansados pero también más libres.

¿piensan qué es necesario saber qué hay detrás de las palabras?

El pasado es un tremendo alarido de gusanos, de hojas secas y de brazos extendidos. El pasado es creerte pequeño y nuevo, son los brazos inmensos de un padre. Y el futuro es la repetición, donde ya no estás tú. Sino el silencio.

Al que llega puntual le toca esperar.      

Ella

La veo, ella siempre esta. Me consuela pensar que no quiere acercarse a mí. Siempre es la misma.
Traté de descansar, no me animaba a dejar la cama, todo parecía lejano como si no hubiera afuera, sin el ruido de los otros pude finalmente mirar el techo y la vi, era ella repetida: ella y ella. 
Quiero que se vaya.
Sin embargo la busco, la alucino, quisiera saber todo de ella. Cuando más me inquieta es por la noche, porque no puedo verla, ni siquiera escuchar sus ruidos, la noche es su reino, donde todo acontece, ella se encuentra en un festín que devasta y enloquece, un festín donde la muerte es terrible porque es natural y se le espera.
Comencé a matarla hasta el segundo día, antes ni siquiera di crédito a que fuera Ella. Se bien que ganara, me iré y ella permanecerá, mi deber es matarla o intentar hacerlo y el deber de ella es volver cada vez con mas sigilo. 
Pero ahora solo quiero dormir y dejar de pensar que la omnipresente, la Cucaracha, ronda mi casa.    

Mentira

Ese día comenzamos a caminar hacia el olvido.  Sólo  queríamos recordar para poder rasguñarnos el corazón una vez más. Lo que el otro sintió quedó grabado con tal  distorsión que fue imposible evocar al pasado sin sentir que cada palabra y hasta cada imagen habían sido inventadas mientras se les pensaba.

Así que caminamos cada uno a su propio vagón, con la promesa de vernos pronto y con la certeza de que la caja de Pandora perdió la magia de la incertidumbre. Porque sabemos que se abrió sólo para avisar que no existen los recuerdos, lo que ocurre es que nos vamos inventando una vida.

Te miro desde ayer y me parece que hoy eres otro, sin embargo, sospecho que no tengo idea de quien eres.

domingo, 11 de abril de 2010

espacio

hoy no es domingo

sábado, 10 de abril de 2010

2010


Dicen que no sirvió de nada. Y es fácil que uno se contagie y lo repita, para nada para nada para nada rapa dana rana pada ada ada.

¿Y quién lo sabe?

Quizá el enojo de nuestro presente nos hace sentir el peso de la impotencia. Como si la historia fuera una novela sin final feliz, como si nosotros fuéramos ajenos a lo que es nuestra vida. Y desde el presente renegamos de aquellos que algo hicieron.

Son pequeñas cosas que me parecen no lejanas sino inalcanzables, allá están, digo, en algunas memorias, en libros.



¿dónde podemos escondernos de nosotros?, ¿dónde guardar la cobardía que nos ha definido?

El pasado, las batallas, la rabia, las victorias, las traiciones que han marcado nuestra historia.

domingo, 4 de abril de 2010

no estás

Te busco aquí donde desapareciste.
Donde dejaste tu voz colgada de las paredes.
Te busco. Ayer vi como tu olor formaba la imagen de tu cuerpo.
No estás.

Lo que hay es una mujer que busca.
Que se imagina al niño que fuiste y te escucha cantar.
Encuentro una voz que piensa que es tuya, sólo porque la imaginaste.
No existes.

Aquí lo único que vive es tu ausencia.

Creo que te forme de lo imposible
lo que fui recogiendo de mí misma
pensé que con nombrarte existirías.

Te vas desvaneciendo en mí y por eso
matas los ojos que te imaginaron.
Dueles, perdido como dejas tus raíces. Y solo.

Te vas quedando solo donde nunca viviste.

Días coloreados


Un día encontré la libreta llena de hojas blancas ( para alguien que otorgó hace años no sólo la mentada libreta sino todo el paquete de colores que tenía, la idea del vacío apareció naturalmente). Si acaso un día me animaba a escribir todas las palabras que quería sacar taponarían la salida sin permitir que alguna de ellas se escapara.

Aparte tenía en la mano una goma, atenta y eficaz, preparada para borrar cualquier cosa que apareciera manchando la infinita blancura de las hojas.

Pero hoy los colores son otros, se consiguen casi por accidente. Lo rojo empapa las noches o el medio día; es lindo cuando ellos se combinan y los recuerdos regresan.

Entonces los días me llevan a la cocina, al suéter de lana que calentaba el deseo, a la incredulidad de la pintura y a la añoranza de las consignas.

La libreta se ha ido llenando, es verdad que hay espacios blancos pero hasta esos son la pintura de lo que no se observa.

Ahora incluso perdí la goma, no sé, tal vez me la acabe, tal vez la presté. Estoy segura que ahora sería inútil ya no quiero borrar, quiero sentir la vida.

domingo, 28 de marzo de 2010

Domingos en la tarde

¿les gusta cocinar?

Hace años pensaba que eso era trabajo de mujeres...por eso un amigo me llama machín a la menos uno.

Sin embargo van siendo más las veces que disfruto cocinar. En la mañana, por ejemplo, prepare nopales con hongos y queso. Ya dije que me gusta el queso, pero ni él me hace olvidar que día es.

Saben? es domingo por la tarde...ay, los domingos en la tarde son...no sé supongo que hay que ser valiente para llegar a estas horas de la tarde y pensar y repensar. Quisiera que otros compartieran lo que sienten los domingos en la tarde.

Tengo un recuerdo ingrato de los domingos de futbol, de la angustia del lunes escolar, de las tareas que deje para el último momento, de la calle semivacia con locales cerrados, la desesperanza del lunes de ceremonia.

Es extraña la nostalgia que tengo de estos días que son el humo de la vida.

Nubes

Tiene el nombre de una fecha importante: 24 de diciembre. En esa fecha ellos fueron una vez más desalojados. Y alojados también por otra tierra.

Los alimenta un pozo lleno de hojas, se bañan con un hilito de agua, que antes de ser capturado fue un arroyo más fuerte, más seguro. A lado de 24, una hacienda llena de rostros que perdieron la mirada, gente que de humano conserva sólo el cuerpo. Militares.

Recuerdo cómo llegamos. Eramos tres, llenas de polvo, cansadas, felices y solas, también rotas convalecientes, recuperándonos, traíamos debajo de la ropa, heridas, heridas de hombre. A las tres nos habían magullado el corazón, quizá por eso fuimos a dar ahí.

Uno de esos días fuimos por agua al pozo, nunca había visto como caminan, es decir, corren las nubes. Cuando volvíamos escuche un sonido que se acercaba poco a poco en los techos de teja, observe las plantas mojaditas y despeinadas y la vi venir, nosotras podíamos correr, pero no lo hicimos, el asombro que nos da pertenecer a la ciudad nos hizo detenernos y mirar, atrapar el recuerdo.

Nos dejamos alcanzar y ya mojadas nos echamos a reír.