domingo, 21 de octubre de 2018

La ciudad fría

Con la aparente simpleza de los pasos vuelvo a caminar en esta ciudad fría.

La encuentro distinta, como si mi transformación la hubiera cambiado. 

Descubro que sólo es un espacio lleno, atiborrado de sueños y pesadillas. También amor, estrago y alegría.

Descubro que siempre va a ser el referente de la casa, mi casa.

Mi familia, también distinta, formada por mujeres y niñas; la casa iluminada por sonrisas y a veces, todavía miedo. (Quizá juntas consigamos erradicar la cobardía)

Vuelvo de una larga caminata, de estar conmigo, de encontrar mis pasos y un horizonte que ya no depara las ilusiones de los otros. O sí, pero junto a las mías.

Me gusta saberme de un lugar, aunque ya no sea de él.

Mis pies empiezan a cosquillear con seguir.

Porque así se vive y se sigue, hasta la muerte.