domingo, 30 de diciembre de 2012

La razón

Hace años, cuando nos estábamos organizando para hacer la huelga [UNAM 1999] un compañero decía "vamos a ganar porque nosotros tenemos la razón".

 La frase se me quedó grabada. Con esa razón que creía tener, como si la razón fuera un par de zapatos o un libro, iba actuando, discutiendo, era hermoso sentir que la poseía e incluso me hacía sentir distinta y mejor a todos los que no la tenían.

Lástima, creo que me daban lástima los que no pensaban como yo. Mi razón era  joven y grande.

Pero que va, la razón no es un par de chanclas o un libro. Es una palabra que pulula y se hace necesaria cuando la duda clava las garras y una tiene miedo de responsabilizarse de cada acto hecho a nombre de esas creencias que siempre encierran otra cosa.

Yo quería sobre todo ser yo, una que no sabe de razones pero que siente. Creer que tenía la razón, simplemente era menos complejo de entender, además me hacía sentir parte de los  otros que bajo el techo de la palabrería teníamos un pájaro en la garganta.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Una rana

La eterna pelea.

Y no es una rana más bien es un sapo. Así como intrigan las chavas de tacones que se creyeron eso de ser princesas, también intrigan los hombres que ven a un ser inferior cuando miran a su novia, esposa o amante.

Su frase favorita es: ¡Ay amor, cómo eres tontita!

 Aunque pensándolo bien quizá ven a su mamá en las otras mujeres. La madre que los parió quien sabe qué cosas les haría, así que por definición luchan a muerte contra las mujeres.

Son de esos que se perfuman para conquistar y una vez seguros empiezan a mostrar cuán asquerosos pueden llegar a ser.

Supongo que sus parejas perfectas sí son las chavas de tacones que para cautivar se hacen las tontas. Ahora, lo que no sé, es porque diablos me molestan tanto. Y entonces alguien puede decirme que veo en esos tipos a mi padre y yo podré contestar que no. Mi padre influyó en muchas cosas de las que pensaba o pienso y soy, pero nunca me hizo sentir una mujer idiota para que lo quisiera.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Foto literaria IV

Vanessa camina con la espalda encorvada. Sus cuarenta kilos de más la hacen jadear cuando va por la pendiente. Todos los días le falla algún calculo, choca con la mesa, empuja a un niño, tira alguna cosa en el supermercado.

Poco a poco se hizo de la ropa adecuada para sentirse un poco menos gorda. Intentó disimular las suaves lonjas con vestidos. Pero ahí esta esa masa adherida que la hace sentir menos ella y más la gorda que por ser gorda se piensa risueña y bonachona, aunque por las noches la dificultad de respirar la despierte agobiada.

Sus amigas gordas comen papas fritas y toman refrescos, mientras platican sobre las dietas que en una semana hacen perder 5 kilos.

Más efectivo sería cortarse una pierna.

El cuerpo. Ese reducto que cuesta tanto trabajo poseer es ofrecido en sacrificio, esta vez inflándolo.

Ahí están las gordas queriendo convencerse de la belleza interior, aun cuando su interior sean órganos nadando en grasa, precipitados hacia las enfermedades de moda.

Hay de bellezas a bellezas, es cierto. Ocupar el cuerpo y hacerlo nuestro  puede ser una tarea dulce.


domingo, 25 de noviembre de 2012

La montaña

Hoy tengo los pies cansados. En la mañana no quería levantarme y entonces Sergio me puso una foto en la cabeza: aparecía caminando en el cerro que hace años no pisaba, iba con él, mis amigos y mi perro. Me gustó y decidí dejar la cama.

Horas más tarde estaría viviendo la foto. Recordando las otras veces. Ir a la montaña no siempre tenía el sabor del sacrificio bueno, ese que sólo deja los músculos adoloridos, a veces fue el dolor de lo que vemos alejarse.

Pero hoy las cosas fueron dulces como esta temporada de mandarinas, anduve encontrando y fui feliz. Con la modestia de la felicidad que se encuentra después de subir una montaña.

martes, 20 de noviembre de 2012

El pasado

No sé que tengo con el pasado. Hace años despertaba con las injusticias en los ojos y la desesperación de ver que parecía no importarle a nadie, me sentía como una loca con la verdad en las manos y quería llorar las injusticias de todos lados. Sí, como para volverse loca.

Era consolador pensar que la educación tenía que ver con esto, que en otro mundo la gente iba a dejar de ser gente y todo podría ser mejor.

La verdad es que ahora lo consolador es saber que somos esto, así más o menos maravillosos y más o menos miserables. Sin embargo, hoy me vuelvo a sentir decepcionada, sé que no hay nada que esperar, que hasta los seres que se creen mejores que el resto no dejan de ser "esa gente" movida por su falta y sus deseos. No quiero pensar en eso, por eso escribo. Qué más da.

Quizá ver la foto de la muchacha palestina capturada por los soldados de Israel me regresó a hace unos años, pero antes podía ir a la marcha creyendo que aportaba "algo". Ayer lloré en silencio al ver la foto y tuve pesadillas en la noche, esa es la porción de dolor y rabia compartidas. Ayer desee matar a los que hacen eso. Creo que lo congruente sería darme un tiro porque soy gente.

Pero el suicidio nunca me ha seducido, lo mío es vivir, aunque vivir sea también esto, ver las imágenes de niños muertos, no de un país lejano, sino de mi país. Lo mío es ver a otros comprando televisiones para idiotizarse ahora en pantalla de plasma.

Eso no debiera hacerme infeliz, total son ellos, no yo, y sin embargo, me pongo triste y suelto una lágrima por la muchacha palestina con la que soñé.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Despertar a los días

Existe la necesidad de despertar a los días sintiendo una leve razón para la sonrisa. Levantarse a perseguir aquello absurdo y sencillo que elegimos como motivo. Pensar que en la carrera hacia la muerte cada paso va respirando vida, sigo, estoy. Aunque solo sea hoy. Es inevitable la colección de pequeños instantes que es la vida, si la meta es la muerte, yo quisiera morir en un instante sin resumir en él los días que fui amada y los que amé.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Foto literaria III

Quince años que no esperan. Con los padres a cientos de kilómetros y la droga a la vuelta de la casa, su inteligencia le sirvió para algo más que sacar 10 en todas las materias. Encargada de vender la droga en la secundaria fue sorprendida por el prefecto y dada de baja. Y dada de alta inmediatamente porque ella tiene amigos interesados en que la dejen hacer su trabajo en paz. Al final en la escuela, se libraron de ella con el argumento de sus ausencias prolongadas. Qué se va resolver y qué importa la vida que se va formando la mujer de 15 años. Importa cuidar la propia vida que se iba eclipsando por meterse con la distribuidora. Es así, para sentir orgullo feministas, la mujer toma los lugares del hombre, y como a él la muerte y la gloria del poder la embriagan.

jueves, 15 de noviembre de 2012

La soledad

La cama enorme y las ganas. La Soledad es tuya que estás sin mi deseo. La Soledad son tus manos cuando buscan los ojos que nunca las volverán a ver. La Soledad soy yo cayendo a pique de las escaleras, y es ese espacio mezcla de alivio y tristeza de saber que no somos lo que pudimos, sino tan solo el eco de lo que alcanzamos a entender de los otros. Vete porque te espera tu Soledad.

La literatura

La literatura me sigue pareciendo lo único honesto, ahí uno deja de explicar por qué los árboles se vuelven azules cuando un pelícano se traga a la abuela de la abeja reina. Se han hecho intentos por explicarla y explicándola pretenden atrapar lo que no comprenden, por ejemplo, explicar la poesía, porque la muy condenada no se deja medir. Sueños de neuróticos, de objetivistas que traen a la ciencia metida en el culo. Redactores que hablan del buen escritor como si fuera cuestión de reglas y buena voluntad. Hacen bien, sigan con sus artículos áridos, coleccionando evidencias de cómo en nuestra época la gente podía sobrevivir si aprendía a fusilarse las palabras de otros, es decir, aprendía a citar y a hacer reverencia a las cabezas grandes. Sigan ahí, dejen la literatura para los locos, que nosotros sabremos hacerle el amor todas las noches.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Proceso

Efre y Yose, anduvieron espantándose una semana con las noticias sobre el narco en México. Yo anduve igual pero no fue una semana sino varios meses, cada que iba a casa de Sergio leía la revista Proceso, con sus temerarios reportajes y las fotos que hubiera sido mejor no ver. Un día decidímos parar de ver todo aquello. A nosotros nos fue más o menos fácil porque vivimos en el DF...

¡No! ¿verdad? 


 
Esas son cosas que a veces me quiero creer, sí, dejamos de ver las revistas pero la realidad ahí sigue. Luego de pensar en esto me di cuenta que muchos de mis días están marcados por las noticias de violencia, mi familia en Zacatecas nos platica lo que no sale en la tele ni en el radio, el horror que se hace cotidiano y se va "normalizando" para poder seguir la vida.

El pueblo de mi abuela materna que pobló mis vacaciones infantiles, tan lejano (y según yo escondido), y ahora, tan cerca de los narcos o imitadores de narcos que se dan valor frente a la impunidad. El Neza actual en donde hace poco la gente sintió pánico ante la incertidumbre de una violencia anunciada.

Todavía queremos creer que podemos mirar hacia otro lado. Pero tarde o temprano algo nos hace recordar que vivimos en México.

martes, 30 de octubre de 2012

La matriarca

Son abuelas rodeadas de cariño (o quizá solo de gente), hijos de sesenta años que no dejan de ser niños en busca del calor, la aprobación o la mirada.

Mirada materna brutal, con calidez de juicio, precipitada y dura, paradójicamenete necesaria como las inyecciones.

Los hijos y nietos la rodean, participan del festín de las arrugas, los recuerdos añejos, la histeria caducada, planchada y vuelta a usar.

Y ellas son las reinas en medio de los hombres y mujeres que padecieron, ¿o se dice parieron?

¿Cómo dejar de saludar ese cuerpo límite, frontera de amor, huesos rotos y dientes postizos?

Mirarse en ella.

Saber que jamás, ninguno de ellos, va a despertar la devoción de la matriarca.

viernes, 26 de octubre de 2012

Q de culo

Jugando a la lotería de las letras, a las palabras para halagar y las que solo deben usarse cuando las maestras no escuchan.

Saber que cada palabra es solo una metáfora, vamos metaforando el mundo que nos metafora con el nombre.

Pero mientras tanto el niño espera la sonrisa que debe provocar la ocurrencia. Q de culo.

¿cuántas risas les debo a los niños?

Cuantas idas a ese mundo problemático de las grandes sorpresas y las todavía más grandes decepciones, ese mundo en el que la mayoría de las canciones eran absurdas.



miércoles, 24 de octubre de 2012

Lo otro

Ayer hablamos sobre lo que creemos del mundo que hemos vivido, preguntándonos si es una miseria esa fracción de historia donde el mundo aparece dividido.

¿Qué hay más allá de la política, la familia y los dioses?

¿Qué hay más allá de la mujer que fui, de las cosas que amé?

¿Qué hay más allá de los libros que he leído y de las palabras que hasta ahora existen?

Dan ganas de dejar de pensar en los otros, en los inmediatos que tiene la existencia vendida. Si resulta que hay miles de cosas miserables ocupando los pensamientos,

¿Cómo encontrar lo otro?


Foto literaria II

El gas pimienta la acompaña desde hace más de siete años, cómo vivía en el norte del D.F. y acostumbraba andar sola por la noche, decidió comprarlo en un puesto del Centro, desde entonces ha sido su fiel compañero.

Hay quien dice que usarlo la primera vez fue lo difícil porque a partir de ahí Priscila lo usó bastante.

Lo roció sobre el hermano que la exasperó.

Lo roció sobre quién le gritó " mamacita" o alguna otra frase que ella consideró un insulto.

Lo roció sobre el marido que se creyó muy chistoso y pensando en espantar a su mujer (y a la amiga de su mujer) a mitad de la noche les gritó " esto es un asalto", Pris no dudó, siempre tenía a la mano el gas y lo descargó con furia a los ojos del falso asaltante.

No sé a quién más estará rociando en Monterrey, sólo espero que si llega el momento en donde el uso que le da esté justificado, el gas les responda tan bien como en todas aquellas ocasiones en las que el verdadero peligro ha sido ella.


lunes, 22 de octubre de 2012

Foto literaria I

Alberto y Pablo suben al camión, no es hora pico pero les toca ir parados, van rumbo al CCH Sur, si uno los mirara a lo lejos alcanzaría a notar la sonrisa en ambos, pero es Pablo el que más se ríe, también el que más habla. Dice que conoce a uno de esos güeyes "que hablan mucho, esos que son bien pinches choros", es un mecánico de su cuadra que siempre quiere demostrar  que sabe. Y Pablo dice "sí sabe pero a veces  la caga y se hace pendejo".

El primo de Pablo un día fue con él para que le arreglara su coche, antes de revisarlo, empezó a darle la catedra sobre el motor, luego de  hora y media de verbo, soltó la pregunta ¿cómo ves?, el primo respondió: pues quién sabe. La respuesta, mezcla de asombro e indignación del mecánico fue, ¡ay cabrón, estás que no crees en nadie!

Veo a Pablo con la risa imparable y contagiosa. Sonrío mustiamente y pienso, "esa frase hay que anotarla". Claro, acompañada de la foto de Pablo riendo.

Escribir

La niña, que podía ver el futuro me dijo que ella no estaba en el. Cuando el futuro era ya presente, le pregunté al verla tan contenta, por qué no me había dicho que ella sí estaba el futuro. Me contestó que se veía tan feliz siendo como ella no quería ser, que no deseaba hablar de eso. Creía que su vida sería distinta y que en nombre de alguna misión sorprendente, complicada y extraña, podría alcanzar la felicidad.

Verse reducida a una niña, simple y contenta, que no está pensando en esa gran misión, le parecía tan tristemente mediocre que no soportaba verse contenta en el futuro.

 ¿Cómo estar contenta con sólo jugar, con caminar?
 ¿Acaso no su propia pitonisa le había dicho que lograría miles de hazañas que la separarían de la cotidianidad de las otras vidas?

Ahora ella se burlaba de esos sueños, en efecto, estaba feliz.

sábado, 6 de octubre de 2012

Otra vez un instante

Habito tu cuerpo un sólo instante.
Mañana eso que tan mío hoy siento
volará a otra cama,
otros brazos te sentirán suyos,
y yo misma dejaré de ser tuya.

Soy el mañana tuyo
pensado por otras
que te han sentido suyo.
Antes que mío, de ti,
eres de ti, de mí estas manos.

De mí este soñar que tengo:
te duermes pensando en mi.
Mientras no puedo ni acceder
ni soportar tus sueños.
Porque no estoy en ellos.


Y así en la distancia de las mañanas
que vienen, soñaré que te tuve.
Soñaré que soñamos algo juntos
aunque siempre estuvimos separados.
Habito tu cuerpo un solo instante.

jueves, 4 de octubre de 2012

Otra vez ella

Se quedó atrapada en un momento de su vida, luego fue la búsqueda. Como sabía que el tiempo no iba a regresar se puso a escribir de eso, pero por alguna razón no bastaba, seguía soñando lo mismo, los personajes no envejecían a diferencia de ella. Ella se iba acercando más a ser una señora, pero en el sueño era ella la que decidió eso, era un fantasma, quería decirle que estaba locamente enamorada, y el otro ponía cara de " a mí qué", era una cosa para reír toda la tarde, de no ser porque se sabe que esas cosas duelen de tan idiotas que parecen.

Pensó en un exorcismo. "Vete, por favor vete, no quiero pensar más en ti, vete. Ya lo sé, me callé, pero desde entonces ya no callo más, te lo juro, encontré otro amor, tuve los huevos para decirle, sí también yo te quiero  y eso bastó para amarrar nuestras vidas. Perdón. No sabes, porque, ¿quién eres? nomás un sueño, que no quiero volver a soñar, eres mi pesadilla. Basta, vete.

No pude, fui cobarde o tal vez astuta, fui pobre, ya lo dije, tú fuiste mejor. ¿Estás muerto? No quiero pensar en ti a los setenta años. Así que ya está, te tocó enamorarte de una casi niña estúpida, que sueña con decirte que te amó. Pero se fue, sólo quedo yo y no es justo que me atormentes, soy otra y sin embargo esa que fui se lamenta.

Basta, por favor déjame."

Y entonces ¿él se fue?

No él no podía irse, la que tendría que mover sus piernas era ella, él ni siquiera existía.

"Ya te iré quemando corazón, a la vuelta de la vida, tu eternidad se apagará, y soñaré otra vida".


Y así poco a poco se fue quedando dormida.

Los desajustes

Tú también desajustas mis sueños, desde el insomnio que me mandó al analista, hasta la cama enorme que no quiere dejarme ir en las mañanas.

Tú también eres la piedra en el zapato, el espinozo ser que no comprendo y que sin embargo, amo.

No te soñé, mis sueños no conocían la demanda innagotable de la cercanía, la medida irracional de lo que se espera del otro.

Tú también me estás costando mucho y me sales caro, bastante caro, porque las transformaciones no bastan. Quieres más, siempre quieres más.

Que no se haga costumbre decir que te odio, pero te odio. Y te amo y solo pasa que esto te lo repito más, porque de niña nunca te dicen "odiarás todo aquello que ames". Pero es así. Que invadas con dulzura mis sueños, es poco decir. Pero ya sabes, también me has hecho daño y qué mayor daño que quitarme el sueño...

martes, 18 de septiembre de 2012

El trabajo

Recibí un mail. Ofrecen trabajo durante un mes, seis horas diarias, en Tepito. Clases de matemáticas para prepa, con posibilidad de que continue y sueldo de $12, 000. Por si no saben Tepito no es famoso por su tranquilidad, pero no es ese el inconveniente. Mañana tendría un curso de unas 8 horas y luego de chutarme la cantidad de pendejadas que creen que saben sobre la educación, ellos escogerían a 8 de entre 10, 20, 30...o algo así. Y el resto que se aliste para cuando hagan estos cursos emergentes otra vez.

 Me mandaron el mail hoy y como somos tantos los pelagatos matematicosos que andamos en busca de chambitas (a falta de Chamba), tienen la amabilidad de mandarnos un aviso con menos de 24 horas de anticipación para que nos presentemos. Desempleados sobramos.

Los trabajos para los estudiantes mitad, comprometidos (porque nos licenciamos, ¿qué no?) y mitad mediocres (porque andamos atenidos a estas chingaderas) son así, temporales, sin garantía, uno nunca debe sentirse demasiado a gusto. Hay otros, "más serios" que chupan las 14 teóricas horas que uno no duerme, al fin que lo que sobra es vida, ¿no?

Ya sé que hay claroscuros, pero cuando veo a muchos de mis compañeros tronándose los dedos para conseguir chamba, esto es la constante. El día que vuelva a creer en la escuela y sus maravillas, o que de plano ya no tenga un quinto, me levantaré a las 5 de la mañana para ir a Tepito, no a dar clases de matemáticas por supuesto, sino a que esa bola de cabrones adolescentes calenturientos, me enseñen algo de la vida. Nomás por eso ha valido la pena ser maestra.




jueves, 6 de septiembre de 2012

Nada

Escribir acá es como llegar a una casa, a mi casa. Me gusta todo lo que hay, veo lo que escribo y las palabras me llenan de sensaciones conocidas. Muchas veces consigo recordar el lugar y el momento que escribí algo. Es como si me hubiera dejado unas pistas para el recuerdo al momento de escribir. Entonces los recuerdos son, por lo menos dobles, por lo que escribo y por el momento en que lo hago.

Y luego, están ustedes, los que leen. Es de lo más raro y más hermoso. Los imagino, no saben como me gustaría ver su cara cuando leen, pero que yo fuera invisible, porque ya les dije que esto de escribir es como encuerarse. Esta soy yo, en muchos momentos no puedo decir eso, pero cuando escribo soy. Siempre ha sido así pero lo quise ignorar muchos años.

A veces me voy destilando mientras escribo y lloro o me transporto a otros lugares y con otra gente, personas que dejé en el camino, otras que me dejaron. Cosas pasadas que creo que nadie más que yo recuerda. Eso es la vida, la porción de cosas inolvidables y trivialísimas que cada día se hacen presentes. Las canciones, la ropa, las palabras. Para importar tiene que ser olvidado por todos los demás, pero a la vez tiene que dejar viva la esperanza de que el otro recuerde, una tiene que sentir que esas cosas tan fundamentales, el otro las recuerda. Dime, ¿fue en vano conocerme?

Porque todos los días llevo pedacitos de otros como en una maleta. Hace tiempo pensé que había vivido cosas increíbles, que había estado en momentos precisos de conjunción de astros. Algo de eso se ha ido, las maravillas siguen y mis ojos encontraron sosiego, ¿fue en vano conocerme? Porque no hay nada más que darte, sólo tengo mis recuerdos que sueñan con no ser olvido. Son cosas triviales pero son mi vida.







jueves, 16 de agosto de 2012

La vida loca



Puaj, es el mejor documental que he visto.

"La vida loca" de Christian Poveda.

La familia-pandilla como soporte del drama cotidiano.
Los sueños que terminan en desgracia.
Los muertos que se acumulan y dejan de distinguirse.
Los bebes sin padres que por obra de un milagro conseguirán llegar a los 15 pero no pasar de los 30.
Los tatuajes y mutilaciones como prolongación de un estigma que mezcla orgullo y distinción, pero también muerte.
Las manos como lenguaje que une y adquiere profundo significado en los velorios. Las manos como culminación e inicio del ritual para marcar la muerte próxima, inevitable como el día y la noche.

Y a modo de cierre macabro el asesinato del director de la, vaya que sí, Vida loca.

martes, 7 de agosto de 2012

La casa

¿Es así como se construye una casa?

Se puebla de sueños, se llena de recuerditos, instantes, el día que un gato se metió a vivir a nuestro cuarto, el día que hicimos una mancha en la pared con nuestro deseo, la primera vez que dormiste en la banca de la ventana.

¿Es así?

Así se juntan las fotografías en las que voy a revivir estos días. Preparándome para el ritual de dormir a tu lado, ahora entiendo. Esas fotos van a venir un día de estos a recordarme las cosas que soñamos juntos, lo que se dice cuando nadie más escucha, los pedacitos de voz que vamos guardando. Recuerda este día, porque sé, como siempre lo sé que voy a extrañar todo esto. Que saber de la muerte me asusta y me hace llorar, pero hoy estoy viva y descubriendo que es así como se hace una casa, de sueños de palabras bajitas, de ruidos corporales, de tu voz cuando dice mi nombre y no sabes que estoy.


Y esto queda, es lo único, cuando todo se acabe.
La pregunta de hoy es si existe alguna familia "chida", es decir, que no joda tanto. Mi respuesta es que no. Cuando me escucho y escucho a otras personas quejarse de las mil tonterías que sus padres le dijeron o le hicieron, vuelvo a corroborar que aquello de tener hijos es un pretexto excelente para tomar una vida y moldearla al gusto personal, hasta que el hijo deja de serlo o se consigue a sus propios hijos para fastidiarlos.

Lo que hay detrás de ser padres da escalofrío, es algo bien personal pero atravesado, desde donde lo he podido ver,  de un poder sobre el otro, siempre sobre el más indefenso de los indefensos. A veces vuelvo a ser niña en compañía de mis nueve sobrinos. Y mirándolos miro mi niñez.

 Hoy no voy a lanzar la reglamentaria queja sobre la escuela, después abundaré en ese tema que de alguna manera me sigue apasionando, aunque a la inversa. Pero si voy a hablar de los padres como una manada de idiotas mentirosos. No todos, ya lo sé. Pero bastantes sí.

 Tener un hijo será querer imponer tu vida como un estilo acabado y cuasi perfecto de cómo se debe vivir?

 Se sentiran las ganas de ser un ejemplo, un guía, un maestro? Qué sentirán los padres de tener una vida en sus manos?

 No sé, pero he visto que el poder que da ser padre es monstruoso, veo a los niños en manos de aquellos que se dicen adultos, y me parece la venganza perfecta estúpidamente dirigida.

 Porque soy niña y vuelo, porque no te creo y sé que lo mejor que hacen los mayores es mentir. Para ser como tú no he nacido, puedo escuchar, y escuchando puedo encontrar otros cuentos. Los míos. Con mis palabras puedo pintar nombres que tú no imaginaste, es mi voz la que se oye. Eres padre pero no palabra. La voz también es mía, esa es mi sangre, dolor que nació cantando, contando que la vida es otra. Que tu eres un hombre y como en un ensalmo, solo hombre eres.

domingo, 5 de agosto de 2012

El escenario


Las dos mujeres bailaban, supongo que con gusto, y sin embargo, una de ellas influía en la otra de más. No importa la estatura, lo que te hace crecer en el escenario es otra cosa, que tiene una relación extraña con el cuerpo, las formas más definidas consiguen arrebatar la atención pero siempre termina siendo otra cosa la que engancha.

Si la danza no fuera tan hermosa, conseguiría ser ridícula. Si no se jugara en ella algo de la verdad del bailador, podríamos aplaudir para que dejara de bailar.

lunes, 30 de julio de 2012

Deseo de arañas

Felicidades a todos los que sueñan con arañas.
O con burros parados en dos patas.

Felicidades a los niños que en los sueños comen dulces
y a las vírgenes que dejan de serlo cuando cierran los ojos,
conocen el olor de otro cuerpo. Y en la mañana tienen esa sonrisa inexplicable.

Felicidades, muchas felicidades a los que viven dentro y fuera del sueño. Y en ambos mundos tienen esa sonrisa inexplicable.

Sancharram


Mi creencia es que algunas veces se puede discernir perfectamente
si una obra nace de una mujer. A veces solo ellas pueden parir ciertas
cosas. Ligy Pullappally en su película "Sancharram" lo hace. (Poner atención histéricas)

La escena que no olvidaré es la ceremonia en la iglesia,
fue bello que toda la gente desapareciera.
Es como una promesa que el cielo existe: borrar a ese Otro, aunque sea por dos segundos,
a condición de que lo hagamos en el momento preciso.

La frase que dice la abuela: "la maledicencia al final no importa, algún día lo comprenderás"
encierra la lógica de la película. Pero mira que sí importa abuelita.
O será que somos tan pendejos que construimos con palabras hirientes el mundo de papel de nuestra vida.

Siempre me imagino que dirá de mí la abuela que espero ser.
Ojalá que no diga que soy taruga, ojalá esa vieja tenga una sonrisa en los labios y palabras que no alejen
y que no desvaríen, es decir, no más que las que digo ahora.

jueves, 26 de julio de 2012

Que se dice

Lo que se dice frente a tu mirada es que no estás,
que tú también eres un espejismo.
Que la felicidad es eso blando que queda
después de haber llorado mucho.

Que lo difícil no es dejar que otros no te jodan la vida
sino saber que al final nadie mejor que yo para joderme.

lunes, 23 de julio de 2012

Contigo


Me duele la espalda y los ojos se me están cerrando, tengo los pies helados y la garganta otra vez inflamada. Escucho los besos que dan las niñas a sus padres y pienso en lo que mañana pasará. Quisiera despertar tarde, como hoy, la hora de sueño extra no sirvió de nada, fueron 5 minutos para mí.

Hoy no tomé el café que quita el sueño, y no sé que hice con mi tiempo, no salí con el perro. Estar aquí me hace mal, pero también el tráfico me hace mal, como diría Mario, estoy jodida.

No sé de las cosas que pasarán mañana, sólo quiero dormir, repetir el sueño culposo con Maradona. Ajá. Mientras no estás, adivina qué pasa: sueño con Maradona antes que fuera un viejo gordo. Aunque en el sueño, lo mamón no se le quitaba y a mí tampoco se me quitaba lo adolescente tonta.

En el fondo tengo una sonrisa, no sólo por el sueño, hay que hacer mañana. Voy a dormir poco, si acaso 8 horas son pocas, pero me voy a despertar contenta, en el traje ese de la escucha que va ajustando bien.

No me creas, te prometo que voy a soñar contigo.

sábado, 21 de julio de 2012

Nado


En la clase no está la maestra y yo nado intentando recordar como deben moverse los brazos. Choqué con la gordita, ambas nos disculpamos, cuando una esta medio desnuda debe tener cuidado cuando roza el cuerpo de alguien más.

Y sin embargo, allá está la maestra, dando vueltas, mirando. Lo que no hay es una alumna. Los papeles aprendidos a los cinco años dejaron de funcionar.

¿Quién da autorización para vivir?

Los padres son esos dos sujetos a los que les naciste y en vano soñaste en canonizar, pero tú eres otra, que durante años se creyó parte de algo, con una misión en este mundo, alguien especial a quien de continuo le ocurrían cosas inauditas. En lo real eres esa carne que siente y se desplaza.

Así que la que soy flotó durante una hora y volvió a encontrar lo simple, me hizo feliz bañarme y luego comer, me hizo feliz saborear el postre. Comienzo a flotar afuera de la alberca.

No tengo una misión, mis padres y maestros ya no pesan, reencontré ese instante liviano del juego bien jugado, pude reírme sinceramente de los plazos. Es la muerte el único plazo.

¿Quién da autorización para vivir?

martes, 10 de julio de 2012

Elías

Eres la vuelta de mi hermano grande,
 la retribución a su consejo,  la compañía de su abrazo,
 las palabras que me inventaba y las historias fantásticas que ponía en la boca
de los actores.

Eres de algún modo el Marco que llenó de significado
aquello de ser  hermano. Mi hermano.
Eres un Marco multiplicado al que quisé con tan sólo saber que nacería.

sábado, 7 de julio de 2012

No elegí al pendejete de Peña Nieto

A lado de los otros el vértigo me invade.
Vivir con muchos de los que venderían a su madre a precio muy barato
me hace temer los días de los próximos años. No sólo seis, porque los culeros se multiplican
frente al llamado a la impunidad, a la corrupción. No es gratis que el crimen organizado convoque a tantos.

Pero también están otros, ójala sean los más (es un sueño lindo), los que gritamos que no queremos esto, que estamos hartos de nuestros muertos, de las violaciones cotidianas, de la desesperanza y el miedo. Estamos los que no olvidamos Atenco y no queremos que México sea una Ciudad Juárez extendida. Los que recordamos que Salinas es el principal enemigo de la lucha de los zapatistas y los neozapatistas.

Hoy es un día lindo para gritar la rabia, para danzar la vida.


viernes, 6 de julio de 2012

Tu boca

Soñaba con tu boca desde niña.
Un día me desperté sintiendo que ahí estabas.
Eras niño también y te deseaba.
Existías. Y eras el hombre que poblaría mis noches.

Eras las piernas, el sexo. El cuerpo entero.
La palabra, los besos, las miradas.
Eras la boca que soñé desnuda
mientras mi boca niña te besaba.

jueves, 28 de junio de 2012

El vestidor

Si buscas una señora desnuda, entra a un vestidor de alberca. Ellas disfrutan mostrar su cuerpo, como si a determinada edad se enteraran que el pudor no es para tanto.

Se pasean encueradas en los pasillos y sonríen a los niños, ajenas a la turbación que provocan en los pequeños; a veces alguna declara que siente "pena" mientras cepilla su cabello con las chichis de fuera.

La última clase vi como una de ellas, en tanga, ayudaba a otra a quitarse los callos con un líquido milagroso. En aquellos momentos vuelven a ser a niñas en plena travesura y hasta parece que más que aprender a nadar las señoras realmente a lo que van es a desnudarse unas delante de las otras.

Me da curiosidad cómo será el vestidor de hombres, no me imagino un señor en tanga quitándole los callos a otro, pero admito que sería más divertido.

Hay cierta impunidad en los cuerpos desnudos. Que los otros nos vean es además de una fantasía, una pesadilla recurrente. Pero las señoras algo, que ignoro aún, aprenden con los años, el matrimonio y los hijos. No sé si deconstruyen u olvidan; como siempre sucede algo tienen de brujas y de sabias, bajo la risa y la mirada que se burla de las otras miradas.

martes, 26 de junio de 2012

Botella de papel

Una marca en el cuerpo como un recuerdo, un límite, un aviso y una anécdota que va a sobrevivir a la madre. La botella rota, que podemos imaginar de vidrio verde o de refresco, se rompió y uno de los vidrios salió volando para clavarse en el brazo de su esposo, precisamente en el tránsito de una de las venas de aquel hombre de brazos enormes. "No ha nacido el hombre que me ponga la mano encima", y la botella le ayudó a recordárselo.

La madre del señor estaba loca de celos, para herir a sus hijitos sólo ella, pero ésta le ganó. Un triunfo modesto, casi simbólico, si uno consiguiera olvidarse de la sangre. Un triunfo a costa de una vida sirviendo, caminando hasta gastar sus piernas.

Atrapada en la botella de papel, mil veces más frágil que el vidrio pero también más engañosa. El papel puede ser cálido y hace olvidar al cuerpo que está encerrado, hasta llegar al punto de confundir el cuerpo con la botella. ¿Soy la botella de papel?, ¿soy el aviso o la anécdota de un límite o soy un más allá del padre?

Soy la palabra escrita que se queda, la que no esta hecha para leerse en voz alta o explicarse. La que desaparece cuando existe, la que nunca salió de su fronteras. Que en la botella de papel recuerda que las palabras viven y son siempre la metáfora del hambre y el hombre, que siempre que algo se nombra se habla de otra cosa. Que parece que estoy hablando de una mujer, un hombre y una abuela, pero hablo de mí, de las palabras de los dedos, del lenguaje de las manos de los recuerdos comidos en los años.

martes, 5 de junio de 2012

Pensar en ti al ver tu foto es nostalgia pero también deseo.
Mientras estás ahí al alcance de la mano, no puedo pensar en ti.
Necesito que estés lejos, necesito que no me escuches, necesito no verte.
Ver a otro lado. Pero necesito siempre tu voz, tus manos, así de paradójico es.
Que siempre regreses y no te me mueras, que todos los días pueda también yo volver a ti.
Que sepas que estás  porque estás conmigo, que entre los días y los absurdos que nos construimos, haya un lugar al que llegar.Que ese lugar seas tú, sean tus brazos. Que el cansancio de despertar un día y otro sepa a tu voz. Así que todo en realidad, siempre es deseo.

lunes, 4 de junio de 2012

Vestida de bufón

Era una maestra vestida de bufón que animaba el carnaval preparado para los abuelos, la maestra Bety espantaba a algunos niños, a varios pequeños se les olvidaron los pasos tantas veces ensayados, cuando miraban a su maestra transformada en un enano maligno.

La estancia estaba repleta de abuelos, viendo a los niñitos bailar. Una abuela no dejaba de regañar a su nieta, "traes las uñas pintadas, cuando tengas mi edad se te van a ver amarillas, feas, llenas de hongos, si no me haces caso tampoco yo te haré caso cuando me pidas algo", y más tarde "comes porquerías muy temprano y acuérdate que el huevo no se debe comer tan noche y no debes comer tantos porque te cae pesado". La nieta no parecía prestar demasiada atención.

 ¿Qué es ser adulto o ser viejo?

 Quizá una de las distinciones sea la amargura, aunque basta que recuerde algunos momentos de la infancia para saber que los niños también sienten amargura. Quizá sea la ingenuidad, pero me lo pienso dos veces cuando recuerdo los niños de Guerrero, cien veces más despiertos que yo y que cualquiera de mis compañeros.

Quizá es lo que sentimos al ver a la maestra bufón; pero tampoco, unos niños se espantaban sí, pero muchos otros eran indiferentes al espectaculo y otros incluso se reían. Entonces qué es. Los años se van acumulando y frente a eso nada podemos hacer, quizá la consciencia de saberse solo, de saber que no hay más obligación que la que uno se impone y saber que es tan fundamental vestirse de bufón como vestirse de maestro o vestirse de abuelo con supuesta experiencia. No en el fondo, sino en la superficie, son eso, sólo vestidos.

domingo, 3 de junio de 2012

Los nahuales

El barrilito nos contaba muchas historias de espantos. Por la noche, nos sentábamos alrededor de la mesa de mi abuela y acompañados de una taza de café legal, le pedíamos a Julian que nos llenara los oídos de las apariciones. Era una tortura bienvenida. El problema venía después, cuando el café se nos quería salir del cuerpo a media noche, porque el baño estaba muy lejos y en el camino te podías topar con alacranes y arañas, aunque en realidad, lo que nos daba miedo era encontrarnos con fantasmas.

A mí las historias que más me gustaban eran las de chaneques y nahuales. Los chaneques porque cuidaban los arroyos y me los imaginaba como bebés negritos encuerados que bailaban y vivían felices y así con su ternurita, sus nalguitas y todo, de repente le metían un susto marca diablo a los agricultores.

Las historias de nahuales me gustaban porque la idea de ver la transformación del cuerpo humano en otro de animal era una posibilidad de hacer cosas como volar, o desaparecer. En la carretera, de camino al pueblo, soñaba que volaba y llegaba antes que toda mi familia, pero además también era invisible, podía ir volando al lado del carro sin que nadie se diera cuenta. En las historias los nahuales eran más bien mediocres, los cachaban robando algo de la cocina y por eso les pegaban o disparaban y ellos morían convertidos en humanos. Esa parte era la que me molestaba,con poderes así, ¿por qué iba uno a andar robando quesos?

En fin, quizá eso habla de la pobreza en el campo, tan ancestral como los nahuales.

Antier soñé que me convertía en cuervo, volé persiguiendo a un lobo y todo acabo cuando me llené de miedo y el lobo por poco me come una ala. Volar. Hay cosas que uno nunca hará por más que desee. Volar de todo, verlo todo desde arriba, cambiar de cuerpo, desaparecer, abrir los ojos en el momento justo, recordar...qué ganas de creer en la fantasía, qué ganas de creer en algo.

viernes, 11 de mayo de 2012

Y de pensarte traigo las manos llenas

Mirar mi asombro al traerte aquí
ya no se necesitan los ojos cerrados
ni la palabra.

Te dibujas en la hoja de papel de los sentidos
como fantasma atrapado en la sábana blanca del deseo,
sin hablar y sin ser.

Eres la imagen muda de tu cuerpo, lo que creo que creo.
Lo que un día me inventé para seguir enamorada aunque estés muerto.
Lo que queda de ti cuando los ojos son los que te cierran.

Abril M.

sábado, 21 de abril de 2012

Hoja de papel (o instantes)


Hace algunos años, el sur de llenó de flores. Ese día no me dejaron quedar en la escuela, porque a los padres se les olvida que para amar, aunque la noche es un espacio delicioso, recurrente, y perfecto, hay otras tantas horas del día. Los padres temen que la belleza de la noche alborote los cuerpos de los (que) adolescen-tes.

En la mañana fui temprano a Ciudad Universitaria sólo para ver a muchos viejitos protestando por la huelga. Nos daban risa sus pancartas tan bien hechas, de imprenta; nuestros garabatos eran obras de arte, chuecos pero felices.

Nunca va a volver todo eso.

Sin embargo, ayer soñe que regresaba al CCH Sur pero algo no cuadraba. En el sueño tenía otras preocupaciones, que simplemente hace doce años ni se asomaban. Que vieja que estoy.

Pero hablaba de los garabatos y, la risa; el menú de ese primer día consistió en baba de nopal con cebolla, como si necesitaramos dar cuenta de nuestro dizque sacrificio nuevito y en ascenso.La explicación del Pambazo (Alvaro) que nos dijo que la huelga era un paro largo, largo. Y un poco así fue, pero tendríamos que multiplicar las emociones por cada instante en los días de huelga.

Ese primer día la escuela comenzó su inminente transformación para ser casa. Nada de slogans, no fue nuestra segunda casa: fue la casa ideal con los colores con que nos vestimos. Con la juventud y los sueños.

Y es increíble que me siga doliendo ese tiempo, que me cueste escribir y llore. Me engaño, no es para menos, lo que siento y lo que pienso de todo aquello se me queda en la garganta; en esos instantes cuando una esta viva nada alcanza para explicar la vida.

(Es de hecho lo que menos importa, simplemente se esta, como si una descubriera su cuerpo, caramba, ¡pero si tengo manos! y estos hombros, como que tengo piernas; y al descubrir el cuerpo propio se descubre el cuerpo de los otros, con su olor y sus gestos. También con su dolor.)

Recuerdo el té de manzana que Héctor preparaba e iba llevando a todas las brigadas; recuerdo a los chavos buscando leña para hacer las fogatas en la noche. Recuerdo las sábanas "almidonadas" y los perros, que empezaron a ser nuestros perros.

¡Dios mío! ¡Sólo un momento de bienaventuranza! Pero, ¿acaso eso es poco para toda
una vida humana?
Dostoievski. Noches Blancas.

La colección de esos instantes habrá que desmenusarla para que pueda poco a poco salir de la garganta.

domingo, 15 de abril de 2012

Ciudad Juárez

Hace años algunas amigas y un amigo (Genarito), pintamos un poema dedicado a las muertas de Juárez afuera de la facultad. El poema lo escribí en esos días de terror en los que leímos algunos expedientes de las chavas encontradas. Lo más espeluznante era saber que aquello estaba lejos de detenerse y que existía alguna chica a punto de ser secuestrada y etc., etc.

Y así. Han pasado 10 años y la cosa no sólo no mejora, sino se ha puesto peor, no creo que haya cifras confiables del número de muertos en Ciudad Juárez, mucho menos en todo el país.

Encontré el papelito con el poema que escribí una noche, pensando, llorando, sintiendo impotencia y maldiciendo la impunidad. Acá se los comparto:

Que tus manos suaves y finas
se dediquen a crear atardeceres
que tus pasos vuelvan a ser danzas
infinitas y aéreas.

Que tu voz, dulce trueno de voluntad,
rompa la oscuridad de los temores.
Que la tierra te abrace con amor nuevamente
y los hombres también.

Que la noche no sea más un sinónimo de muerte,
que no camines solitaria el desierto
escondiendo tu cuerpo temerosa.

No es suficiente con llorar tus muertes
es necesario contemplar tu rostro
y escuchar tu risa
para buscar juntas la justicia.

jueves, 1 de marzo de 2012

Y por qué no?

Y después de todo, ¿por qué la vida no va a ser un trago dulce y fresco?
¿Por qué no cada día me voy a levantar amando lo que soy?

Al final y al principio, la duda y la pesadumbre, el sacrificio y las mañanas. Jajaja después de tanto tiempo
descubro que esto no es lo mío, que ya no creo en la escuela, que la vida es otra...que yo soy otra.

Y que alivio dejar por fin de sufrir los días. Quizá ahora si pueda empezar a aprender.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Las alazanas

Yo no las viví, bueno, una que otra, pero nunca he dudado de la veracidad de las historias de mi carnavalito, algunas son realmente tragicómicas como la vez que mató a un gato (un amigo se mostraba indignadísimo con este asunto y nos preguntaba cómo podíamos reír de eso, le tuvimos que pedir a Pepe que repitiera su historia y el otrora indignado no paraba de reír) y otras historias son simplemente inverosímiles como la vez que nos perdimos en la Izta y encontramos una cabaña en medio de la noche, sobre esta última prometo escribir después.

La de ahora se intitula "Las alazanas", y seguro él podría contarla mejor, así que está en revisión la versión que yo les pongo. (Ey tú, corrígeme cuando te des una vuelta por el blog)

Las alazanas

Fue durante las vacaciones de verano. El semestre anterior conoció a una diseñadora que acababa de titularse; la familia de la señorita la reclamaba para que regresara al pueblo. Ese era el trato cuando ella se fue. Como último recuerdo de la ciudad se llevó a Pepe a conocer su pueblo.
A la familia no le gustó nada que su nena regresara acompañada, lo vieron de arriba a abajo con desconfianza, ¿por qué había ido?, ¿qué intenciones tenía?, ¿cuánto tiempo se iba a quedar? y, lo más importante ¿dónde iba a dormir?

Lejos de la nena, por supuesto, así que lo mandaron con el primo que vivía a unos cuantos kilómetros; a Pepe no le gustó, pero ya estaba ahí y aceptó quedarse, además el primo vivía solo y no era tan mamón como el resto de la familia.

Era muy difícil ver a la diseñadora, ella iba dejando claro que lo último que quería era un pleito con su padre. Pepe ya había decidido irse del ranchito, ahí tierra árida, no había mucho que hacer y la morra, día a día lo iba desconociendo más.
Casi a punto de irse, el primo lo invitó al campo, para que lo acompañara a ver su siembra, Pepe que le encanta caminar y andar por el campo aceptó la invitación de inmediato. Al día siguiente por la mañana se internaron en el monte, subiendo y bajando colinas, hasta que al fin llegaron: el campo estaba lleno de mar y guana.

El primo le hablaba con amor a las plantas y las mostraba con orgullo, Pepe no sabía que decir, el recelo de la familia empezaba a tener sentido, tenía una mezcla de emoción y nervios. De pronto se empezó a ver a lo lejos una hilerita bajando un cerro, pequeñas hormigas verde olivo que conforme se acercaban fueron tomando forma. Eran militares.

Un sudor frío recorrió el cuerpo de Pepe. ¿qué explicación podría valer en esas circunstancias?
Lo único que se podía hacer era correr. El primo también estaba nervioso, pero en un intento por no caer en la desesperación, recordó un camino por el monte que los sacaría al pueblo, así que tomaron esa vereda, apenas unos paso y dudo, indiscutiblemente tenían que regresar a la casa, porque una vez que los militares sondearan a la gente para preguntar de quién eran las matas, era seguro que irían a su casa, y una vez ahí se llevarían todo lo que encontraran, por eso tenía que ir a sacar los otros costales de la preciosa yerba, y llevarse todo lo que pudiera. Pero había un problema, las alazanas pensó en voz alta, y Pepe con los militares siguiéndoles los pasos, le dijo al primo que no la chingara, olvídate de las yeguas cabrón, las alazanas no son yeguas, contestó el primo, son dos muchachas salvadoreñas que quieren a cruzar al otro lado, me están esperando en una cabaña.

El primo le dijo que no las podía dejar ahí, pero tampoco podía retrasarse en sacar los costales y otras cosas personales, incluyendo la mochila de Pepe que bastaría para que lo ficharan, así que le pidió que él fuera por ellas. Pepe dudó por un instante, pero la idea de dejar a las muchachas en manos de los militares le bastó para saber que si no iba por ellas no iba a poder estar tranquilo. El primo le indicó en donde se encontrarían todos más tarde.

Llegó a la cabaña, el primo las tenía encerradas, y las chavas estaban asustadas. Pepe no les dio muchas explicaciones, e incluso se resistieron a ir con él pero al mencionar que los militares estaban cerca, las chicas lo siguieron de inmediato, además de ser mujeres eran inmigrantes. Cuando al fin, luego de una larga caminata y todavía con nervios, llegaron al pueblo, el primo ya los estaba esperando en el lugar fijado.

Las alazanas se pusieron nerviosas de solo verlo, parecían temerle. El primo le entregó su mochila a Pepe, luego lo llevó aparte.
Tengo que esconderme, le dijo, no puedo quedarme, tampoco puedo llevarlas a ellas. Llévalas tú. Te voy a dar un dinero para el viaje y cuando llegues a la frontera le puedes pedir más dinero a su familia.

Pepe no esperaba eso, él pensaba recoger su mochila y regresar al df. Se negó, le dijo al primo que no, que él no podía. El primo le insistió, las alazanas miraban la escena a lo lejos. Pepe las miró, eran casi unas niñas. Se volvió a negar, el primo las llamó y les dijo lo mismo que a Pepe. Lo miraron, la más pequeña se acercó a él, le dijo "llévanos" y luego, en voz bajita "no nos dejes con él".

Pepe ya no tuvo de otra, aceptó el dinero si reparar en que era muy poco para cubrir los gastos que implicaba cruzar el país con dos indocumentadas. Se despidió del primo y luego de llevar a las alazanas a comer, empezó a hacer planes para iniciar el viaje.

Al principio las chicas no hablaban mucho pero en los cortos trayectos que iban recorriendo Pepe se enteró que las alazanas eran hermanas, ambas menores de edad, la más pequeña tenía 13 años y la mayor 17, habían emprendido el viaje tres meses antes, su madre las esperaba en el otro lado, les había mandado dinero para el viaje, todo lo que llevaban al llegar a México lo habían entregado al primo que además de sembrar mar y guana también era coyote, pero él las había retenido en la cabaña desde un mes y medio antes y ese tiempo tenían de no poder comunicarse con su mamá.

Pepe iba viajando poco a poco hacia el norte del país, intentando escoger el transporte local para ir de un pueblo a otro, viajando tempranito , calculando que a esas horas llamarían menos la atención.

El dinero iba escaseando. No sólo el dinero se consumía en el transporte y la comida, ellas no tenían más ropa que la que traían puesta. En algún pueblo ya más o menos cercano a la frontera se detuvieron a comprar ropa usada.

Poco a poco Pepe y las salvadoreñas se fueron haciendo amigos, ellas le contaron su travesía desde que salieron del salvador, hasta llegar al encierro desesperante en las que el primo las mantenía, contaron como éste intentó muchas veces abusar de ellas sexualmente, además les habían quitado todo lo que llevaban. Lo único que recordaban era la dirección de una persona que en Tijuana se encargaría de pasarlas. Ahí debían llegar.

lunes, 30 de enero de 2012

Sueño I


Soñé con fotos viejas de haciendas y telares, como dice mi papá que había antes.
Había una mujer que salía en todas, era cuestión de buscarla un poco para ver su cara asomándose: atrás de un carro, en una fuente, o posando.

Luego la pregunta: ¿quién eres?
¿Eres tu padre, la maestra, la niña?; ¿qué vida estás viviendo?
La de los comunistas que le echan la culpa siempre a los otros
o la de los acomodados que defienden sus intereses.

¿Quién eres? La maestra o la alumna. La que posa o se esconde.

Ni él ni ella.

lunes, 23 de enero de 2012

Él quemó todo

Y entonces él quemó lo que había escrito; las libretas llenas de sus sueños y del mundo: su mundo. Y todas esas horas de pensamiento no sirvieron de nada. Pensé que así no se puede vivir, vivir de leer sin que nada se quede, sin que lo que lees o escribes te transforme, así no. Cómo quemar las noches?

Y recordé mis días de escritura para otro; otro que siempre encontró errores en mi letra. Otro que terminó quemando sus escritos. Que él cargue con eso, aunque de todos modos, me transmita tristeza ver el tiempo quemado de otra vida.

jueves, 12 de enero de 2012

Hombres y solamente hombres

Mucho tiempo sin escuchar a Silvio.
Me recuerdo escuchando esas canciones que para mí, en ese entonces hablaban sobre lo nuevo, pero ahora es que escucho que en realidad hablan sobre lo que siempre ha existido.

Estudié en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Qué sentimientos encontrados de pensarme ahí. Los amigos y las matemáticas y algo más en el camino.

Hablar de estar ahí pasa por recordar a gente que como yo, venía saliendo del sueño que fue la huelga. En el letargo del desencamorramiento muchos nos apendejamos. Pretendiendo alejarnos de ese mundo que veíamos gris pensamos que la verdad y la razón siempre acompañaban nuestro pensamiento y eso era peligrosamente satisfactorio y estúpido, más estúpido y peligroso si hay algún ojete o peor, un grupo de ojetes dispuestos a aprovechar ese estado, gente que tras sus cincuenta y tantos años han conseguido desacreditar todo el valor que puede tener la palabra.

Ojetes que "engalanándose" de las palabras lucha, revolución, marxismo, pueblo, justicia, razón, trabajo, compañeros, asamblea y demás argot propio del activista (que me suena fastidioso ahora y sin embargo, antes encerraba un ideal) disfrazaban su enorme desprecio a los otros, no a los capitalistas, sino a los que no les sirven ni los alaban.

El buen joven, para ellos, es el joven dispuesto a ser usado, el desdichado joven presto a envejecer en su "proyecto". Cafetería, café, eduktodos, hidroponia y no sé si anden ahora en algo más. Han encontrado una veta en esa escuela.

Una no sabe si sentir lástima o coraje por los chavos que intentan encontrar ahí respuestas a sus sueños, a sus miserias y a sus propias contradicciones.

Creo que gana el enojo y gana porque una conoce a Genaro (que en eduktodos hacía desde escanear hasta comprar los discos, ponerles portada, y venderlos, además sabía de que trataba cada uno) y lo vio trabajando, durante tantos años y vio también cómo aquellos se sintieron dueños de todo su trabajo y contrario a lo que gente menos "consciente" que ellos hizo, ni las gracias le dieron, lo expulsaron en una de tantas purgas en donde los primeros que deberían salir son ellos, si acaso la palabra congruencia significara algo. Pero que ingenuidad! Los jóvenes dada su abundancia y su necesidad son desechables (en su miopía no alcanzan a ver que Genaro nomás hay uno).

Y he aquí la lucha de en lucha: Si no me sirves púdrete!!! A mí me preocupa el advenimiento del hombre nuevo (¿?) (ja! a correr si ese hombre se parece a ellos), lo que pasa en Cuba o el refriteado discurso de Fidel, pero tú no. Si quieres un lugar aquí, debajo de nosotros, debes ser sumiso...está bien, hay otra forma, si te pones a repetir lo que la "vanguardia" dice y a cumplir lo que ella ordena, el camino será más fácil, podrás incluso administrar nuestros bienes, aunque seas un pendejo, es más, entre más pendejo seas mejor, aquí no se necesita que pienses, nosotros estamos para eso.Nos importa pegar carteles y periodiquitos, que cada semestre nos den grupo y horario a la medida de nuestros deseos, quejarnos de las injusticias que pasan en territorios muy muy lejanos (ni se te ocurra criticar los abusos ni las pendejadas que hacemos con nuestros negocios en la facultad), administrar el dinero, y descubrir cómo hacer trabajar a los flojos de los becarios, que para colmo son todos (incluso los que están próximos a jubilarse) y nunca terminan de dar el ancho de nuestras aspiraciones.

En fin, si andan por ciencias tengan cuidado, y si no también tengan cuidado, pongan la duda por delante. La razón y la verdad no existen y en todo caso, son lo más relativo. Si alguien viene decirles que las posee, lo mejor que pueden hacer es tomar las cosas con humor, dibujar una sonrisa en el rostro y contestar con un alegre ¡no mames! se podrían ahorrar grandes disgustos.

jueves, 5 de enero de 2012

De cómo lo más conocido se desvanece

Luego de leer y releer las palabras me imagino el instante bajo el que nacen.
Una tarde feliz o un día lluvioso, pero nunca de mañana, porque al despertar el día, todo parece nuevo, uno espera que siempre vuelva a empezar la vida. Y si desperdiciamos el día de ayer, el nuevo será distinto. Sin embargo, cuando llega la noche lo único que puede salvarnos es lo que escribimos, así el día deja de escurrirse y se puede pensar en él como algo mejor, un día que no pasó así nomas, un día con referencia, una marquita que nos separa de la muerte cotidiana.

No tengo que decir que estoy triste, pero lo digo, porque no quiero contagiar a nadie o quizá viceversa, estoy jodidamente triste.

Sin embargo, entre los gritos al otro lado del teléfono puedo agradecer que alguien me escucha.

Gracias Vik.