sábado, 15 de junio de 2013

Tan lejos

Alejado a diez o veinte metros,
a una mirada.

Perder el piso es no saber que sueños van
a llegar hoy a tus ojos.

Pero ayer como nunca, como una piensa
las cosas que la asustan,
eras un manojo de calor, colores. Un sabor.

Y no es que fueras otro, pero siempre distinto.



martes, 11 de junio de 2013

La ciudad

Ayer al regresar a la ciudad, pensé que cada día me gusta menos.

No es que afuera sea muy distinto. Llevamos la podredumbre a cuestas.

Sin embargo, hoy, cuando vi correr al Efra rumbo al hospital, con la sonrisota en la cara y los ánimos en el cielo, me dieron ganas de llorar. Uno puede ponerle muchos adjetivos a las acciones, inteligente, práctico, alegre, noble, pero no creo que se pueda explicar nada así, salvo lo que fantaseamos de los otros.

Antes y después del accidente, Efra va por el mundo como quien lleva a la muerte como un amuleto para la buena suerte. Desde acá, de donde alcanzo a ver, es de los pocos vivos.

Cuando estuve en el hospital, nunca vi caras felices ni parientes risueños, todo era malo, triste y sucio. Ahí no había ningún Efra para transformar el escenario.

Mucho habrá que aprenderle.