Amigo

No tengo amigos solo buenos recuerdos.

La primera mano que solté con dolor y espanto
fue la de mi hermana. Ella acunaba mis sueños en una edad complicada y caótica y cuando dije adiós perdí con ella a todas las hermanas del mundo.

Luego, cuando caminaba sola desee que existiera
el hermano que nunca tuve. Alguien que caminara conmigo
hacia  mis aventuras. Y apareció él, como un milagro.

Nunca ha llorado frente a mi, ni me habla, ni siquiera me busca.
Y sin embargo cuando pienso en consuelo
me consuela saber que él existe.

Lo único seguro después de tanta perdida es que allá a lo lejos
tengo un hermano que elegí libremente
como se elige vivir esperanzado.

¿Lo han notado?

Han notado que cuando uno no hace lo que debe según el deseo, se escurren por unos hoyitos negros e implacables, las palabras, las ganas.

¿Lo han notado?

Es como si uno fuera una regadera rota, que en lugar de dar agua por arriba la tira a lo pendejo por abajo.

Así se comienza a ser miserable en la vida. Y lo peor, lo realmente terrible es que también se puede vivir así.