Leo, leo, leo y a veces escribo.
Veo, escucho y aprendo algo.
¿Saben? Los tiempos que vivimos son peligrosos. Pero hoy se suma a ésta lista un peligro que pasa como un cocodrilo nadando suavemente a nuestro lado en aguas fangosas. O sea, difícil de ver.
Entre el bombardeo de información, con la angustia y otras cosas a cuestas, las redes sociales, los blogs e incluso los amigos, nos dicen que somos los mejores.
Entonces resulta que todos somos lo mejor de lo mejor.
Nos merecemos todo, estamos en el mundo para conquistarlo, llegamos a un lugar para ver lo que tiene que ofrecer y en general andamos por la vida sintiéndonos muy nalga. Qué va...
Es mentira.
Es mentira que todo nos pertenece y al creer esto podemos no ver que somos realmente miserables o unos hijosdeputa. No se trata de deprimir a nadie pero un poco de autocrítica no viene mal.
Quizá podemos:
Bajarle dos rayitas a nuestra pinche pose.
¡Por favor, deja de tomarte fotos!
Es absurdo e inútil, nadie más que tú (y a veces ni eso) las quiere ver.
Tú de mil formas distintas pero siempre chocante: rechinando los dientes (o ¿estabas rebuznando?)
Tú, siempre tapando el cuadro, creyendo que tu cuerpo mejora los paisajes. Bájale dos rayitas a tu necesidad de ser aceptado, visto, criticado.
En realidad, por gente cómo tú, el mundo es un lugar cada vez más feo.
Veo, escucho y aprendo algo.
¿Saben? Los tiempos que vivimos son peligrosos. Pero hoy se suma a ésta lista un peligro que pasa como un cocodrilo nadando suavemente a nuestro lado en aguas fangosas. O sea, difícil de ver.
Entre el bombardeo de información, con la angustia y otras cosas a cuestas, las redes sociales, los blogs e incluso los amigos, nos dicen que somos los mejores.
Entonces resulta que todos somos lo mejor de lo mejor.
Nos merecemos todo, estamos en el mundo para conquistarlo, llegamos a un lugar para ver lo que tiene que ofrecer y en general andamos por la vida sintiéndonos muy nalga. Qué va...
Es mentira.
Es mentira que todo nos pertenece y al creer esto podemos no ver que somos realmente miserables o unos hijosdeputa. No se trata de deprimir a nadie pero un poco de autocrítica no viene mal.
Quizá podemos:
Bajarle dos rayitas a nuestra pinche pose.
¡Por favor, deja de tomarte fotos!
Es absurdo e inútil, nadie más que tú (y a veces ni eso) las quiere ver.
Tú de mil formas distintas pero siempre chocante: rechinando los dientes (o ¿estabas rebuznando?)
Tú, siempre tapando el cuadro, creyendo que tu cuerpo mejora los paisajes. Bájale dos rayitas a tu necesidad de ser aceptado, visto, criticado.
En realidad, por gente cómo tú, el mundo es un lugar cada vez más feo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario