lunes, 5 de diciembre de 2016

A los selfies

Leo, leo, leo y a veces escribo.

Veo, escucho y aprendo algo.

¿Saben? Los tiempos que vivimos son peligrosos. Pero hoy se suma a ésta lista un peligro que pasa como un cocodrilo nadando suavemente a nuestro lado en aguas fangosas. O sea, difícil de ver.

Entre el bombardeo de información, con la angustia y otras cosas a cuestas, las redes sociales, los blogs e incluso los amigos, nos dicen que somos los mejores.

Entonces resulta que todos somos lo mejor de lo mejor.

Nos merecemos todo, estamos en el mundo para conquistarlo, llegamos a un lugar para ver lo que tiene que ofrecer y en general andamos por la vida sintiéndonos muy nalga. Qué va...

Es mentira.

Es mentira que todo nos pertenece y al creer esto podemos no ver que somos realmente miserables o unos hijosdeputa. No se trata de deprimir a nadie pero un poco de autocrítica no viene mal.

Quizá podemos:

Bajarle dos rayitas a nuestra pinche pose.
¡Por favor, deja de tomarte fotos!
Es absurdo e inútil, nadie más que tú (y a veces ni eso) las quiere ver.
Tú de mil formas distintas pero siempre chocante: rechinando los dientes (o ¿estabas rebuznando?)
Tú, siempre tapando el cuadro, creyendo que tu cuerpo mejora los paisajes. Bájale dos rayitas a tu necesidad de ser aceptado, visto, criticado.

En realidad, por gente cómo tú, el mundo es un lugar cada vez más feo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario