domingo, 15 de agosto de 2010

Mentira

Ese día comenzamos a caminar hacia el olvido.  Sólo  queríamos recordar para poder rasguñarnos el corazón una vez más. Lo que el otro sintió quedó grabado con tal  distorsión que fue imposible evocar al pasado sin sentir que cada palabra y hasta cada imagen habían sido inventadas mientras se les pensaba.

Así que caminamos cada uno a su propio vagón, con la promesa de vernos pronto y con la certeza de que la caja de Pandora perdió la magia de la incertidumbre. Porque sabemos que se abrió sólo para avisar que no existen los recuerdos, lo que ocurre es que nos vamos inventando una vida.

Te miro desde ayer y me parece que hoy eres otro, sin embargo, sospecho que no tengo idea de quien eres.

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