lunes, 6 de marzo de 2017

La ingenuidad

Algunos días uno pierde un poco de sueños infantiles.
No siempre es algo triste.
A veces se aprende a colocar el amor, la risa, el compañerismo y la confianza en dónde hay terreno.
La otra cosa de abonar el terreno, no es sencilla y una necesita una coraza gruesa a prueba de arañazos (de gatos histéricos por sobrevivir).

Hoy por ejemplo todo se me ha revuelto. Pero ya pasará.

Hay relaciones cuyo desenlace una presiente, hay historias que hacen dudar sobre la supuesta singularidad que nos caracteriza.

Mezcla la costumbre de obedecer lo absurdo, siempre tragar camote, ser un poco imbécil y sentir miedo de no tener monedas en tu bolsa. Agita. No es necesario adivinar lo que resulta.

Mira alrededor.


Mira el espejo.


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