domingo, 5 de agosto de 2012

El escenario


Las dos mujeres bailaban, supongo que con gusto, y sin embargo, una de ellas influía en la otra de más. No importa la estatura, lo que te hace crecer en el escenario es otra cosa, que tiene una relación extraña con el cuerpo, las formas más definidas consiguen arrebatar la atención pero siempre termina siendo otra cosa la que engancha.

Si la danza no fuera tan hermosa, conseguiría ser ridícula. Si no se jugara en ella algo de la verdad del bailador, podríamos aplaudir para que dejara de bailar.

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