La eterna pelea.
Y no es una rana más bien es un sapo.
Así como intrigan las chavas de tacones que se creyeron eso de ser
princesas, también intrigan los hombres que ven a un ser inferior cuando
miran a su novia, esposa o amante.
Su frase favorita es: ¡Ay amor, cómo eres tontita!
Aunque
pensándolo bien quizá ven a su mamá en las otras mujeres. La madre que los
parió quien sabe qué cosas les haría, así que por definición luchan a
muerte contra las mujeres.
Son de esos que se perfuman para conquistar y una vez seguros empiezan a mostrar cuán asquerosos pueden llegar a ser.
Supongo que sus parejas perfectas sí son las chavas de tacones que
para cautivar se hacen las tontas. Ahora, lo que no sé, es porque diablos
me molestan tanto. Y entonces alguien puede decirme que veo en esos
tipos a mi padre y yo podré contestar que no. Mi padre influyó en muchas
cosas de las que pensaba o pienso y soy, pero nunca me hizo sentir una mujer idiota para que lo quisiera.
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