Los días en que una es se extrañan al instante.
Las vacaciones. Momento en que la escuela parece borrarse, importa el juego, tener primos y hermanos que quieran jugar. Creo que por eso sueño con Guerrero, la casa de mi abuela, los tíos construyendo columpios enormes; las calles ardiendo, los moscos que no se me acercaban y el río, siempre el río.
Había mil insectos en cada parte de la casa. También había burros que montábamos mis hermanas y yo para ir al potrero, donde el agua de río formaba lagunas de agua tibia, nos perseguíamos y nos tirábamos a descansar, descansar de jugar.
Mis primos declarando su amor a las vecinas, y Yelin demostrando que se puede crecer sin dejar de jugar. Julián, el "barrilito" contando interminables historias de terror, de duendes, chaneques, lloronas y del diablo.
Mi abuelita llevándonos al molino a ver sus amigas, señoras de cien años, viudas vueltas niñas, mujercillas frágiles y solas.
Las hamacas, el tamarindo, las tortillas, el río, mis padres, mi abuela y mis hermanas, yo de niña, los primos, las canciones, el calor, los huaraches, las velas, los chivos, los caballos, las piedras, las nostalgias. Por eso sueño tanto con Guerrero.
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CLARO Y TU TAN TIERNA: QUIERES?, COMPRA. MMM NO SÉ DÓNDE VENDEN. (TE ACUERDAS?)GUERRERO Y SUS RECUERDOS...Y LOS NUESTROS
ResponderEliminarbien, que bueno que continuas escribiendo, FELICIDADES!!!!!
ResponderEliminarJa, qué si me acuerdo!
ResponderEliminarGracias, por escribir Lilianita.
Un beso.