sábado, 13 de julio de 2013

Sueño

El sueño consistió en ver un hombre muerto. Acostado en su ataúd, con los ojos cerrados, la cara rígida y arrugada me llenó de espanto. Los familiares sospechaban un asesinato. así que lo revivieron para hacerle pruebas.

Esa lógica de la vigilia, me hizo preguntar al narrador del sueño, ¿y desde cuándo pueden revivir a la gente para hacerle autopsia?, ¿y si lo pueden revivir para eso, por qué no lo dejan vivo?

La respuesta fue la cara del viejo, no podía decirse que viviera, aunque respiraba.

Y de pronto tuve ese sentimiento de vértigo que me asaltó (y me asalta) de niña, ¿cómo será mi muerte?

Me desperté con una sensación de pesadumbre y miedo. Sigo con algunas lágrimas atoradas, llorando (y no) mi muerte.  Y es en este punto cuando sale un enanito a burlarse de mis miedos. Creo que gracias a la certeza de la muerte voy viviendo mejor. Eso es mucho decir. 

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