No lo conocí.
Cuando alguien muere se va con él la riqueza de sus
creaciones y los que quedamos nos perdemos de un pedazo de mundo. Algunas de
éstas pérdidas, precipitadas y atroces, son invaluables.
Asesinaron a Don Moi. Y tal vez por haber probado el mezcal
que él preparó su muerte me está doliendo.
Porque miro alrededor y parece que todo ésta tranquilo, se
puede vivir, nos podemos seguir quejando del tráfico, de los jefes, de la
escuela, de todo.
Pero no ver que esto está aquí al lado de una, es estar ciega.
Es ser cómplice de la impunidad.
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