martes, 10 de noviembre de 2015

No se necesitan los viajes



Descubrió algo nuevo viajando por el mundo.
Hay quien no requiere salir de su mazmorra y simplemente
cobra certeza para hablar de la nada.

Caminó por senderos, nadó en todos los mares,
se aferró a los trenes y sus barandales,
tomó fotos, conoció muchos hombres.

Regresó a su casa muchas veces,
se inventó nuevas rutas en el mismo camino
escribió, escuchó, naufragó en internet.

Hasta que un día lo supo:
nada tiene sentido. Somos polvo de agua.
Somos terror vivido.

Con cada amanecer nos gastamos un poco
y por la tarde siempre esperamos el sueño.
Pero no hay reclamo, ni amor o veneno.

No hay quien sepa lo que tu alma guarda
aunque todos añoremos lo mismo.

Un regazo, algo que alimente
una certeza, aunque sea solo una.
Algo que no se gaste, que alguien quede.

No hay salida del mundo
no todo es maravilla
al final todo termina roto.

Basta darme un rodeo: rodeo a mí
y sé que todo acaba.
Los amaneceres nos reclaman.

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