Alberto y Pablo suben al camión, no es hora pico pero les toca ir parados, van rumbo al CCH Sur, si uno los mirara a lo lejos alcanzaría a notar la sonrisa en ambos, pero es Pablo el que más se ríe, también el que más habla. Dice que conoce a uno de esos güeyes "que hablan mucho, esos que son bien pinches choros", es un mecánico de su cuadra que siempre quiere demostrar que sabe. Y Pablo dice "sí sabe pero a veces la caga y se hace pendejo".
El primo de Pablo un día fue con él para que le arreglara su coche, antes de revisarlo, empezó a darle la catedra sobre el motor, luego de hora y media de verbo, soltó la pregunta ¿cómo ves?, el primo respondió: pues quién sabe. La respuesta, mezcla de asombro e indignación del mecánico fue, ¡ay cabrón, estás que no crees en nadie!
Veo a Pablo con la risa imparable y contagiosa. Sonrío mustiamente y pienso, "esa frase hay que anotarla". Claro, acompañada de la foto de Pablo riendo.
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